Hoy, 9 de enero, hace justo 10 años que Steve Jobs, a la cabeza de la compañía Apple, lo hizo desde un escenario en San Francisco.
Corría el año 2007 y el CEO de la firma decidió mostrar al mundo su smartphone, aprovechando el marco de la, venida a menos, feria de la Macworld. La frase que Jobs utilizó para explicar cómo era el teléfono forma ya parte de la historia tecnológica: “un iPod de pantalla más ancha con controles táctiles, un teléfono revolucionario y un dispositivo rompedor dentro de las comunicaciones de internet”.
No iba muy desencaminado con semejante y osada descripción. El iPhone supuso cambiar el concepto que hasta ahora teníamos del uso de un teléfono móvil y abrió al consumidor medio al mundo de las aplicaciones móviles, soluciones en muchos casos de las que hoy en día somos totalmente dependientes.
No, el iPhone no inventó la pantalla táctil (por entonces ya existían teléfonos con este tipo de tecnología que trabajaban corriendo PalmOS o Windows Mobile), pero sí fue el primer equipo que implementó un panel táctil que al fin el usuario quería usar. Atrás quedaban las pantallas resistivas o los entornos que sencillamente no estaban preparados para el soporte táctil. Los teléfonos con teclado y stylus eran una norma que empezó a tener los días contados tras su llegada. La interacción multitáctil y la pantalla capacitiva supusieron así una revelación en el bolsillo.
El iPhone ha sido además especialista en abrir camino a tecnologías que realmente ya existían antes pero que Apple se encargó de explotar y casi de apropiarse. Es el caso de la videollamada, el lector de huellas, el pago móvil o el reconocimiento de voz. Todas estas prestaciones existían ya en otras firmas, pero no fueron hasta su entrada en el iPhone cuando se democratizaron. Ni qué decir tiene que también ha llegado tarde a otras prestaciones: saltar de las 4 pulgadas fue casi un reto, el NFC sigue siendo “exclusivo” para sus pagos y su batería jamás se ha podido sustituir.
Aún así, te guste o no, el iPhone influyó de manera decisiva con su nacimiento en la forma en la que hoy entendemos la telefonía móvil, de forma que el teléfono que tienes en tu bolsillo también es como es gracias a aquel lanzamiento, un 9 de enero del 2007. Qué menos que hoy andemos de celebración.
Feliz cumple, iPhone.