Los dispositivos “inteligentes” son muy interesantes y prácticos, pero por un tiempo bastante limitado, porque la tecnología avanza tan rápido que su obsolescencia está casi garantizada tras pocos años de uso. Este es un problema especialmente molestoso con aparatos costosos, como televisiones o refrigeradores, que no son remplazados porque el software ya no puede recibir actualizaciones.
Por suerte, la solución podría ser muy simple, e Intel dice tenerla disponible con su nuevo Compute Card. Se trata de un sistema modular del tamaño de una tarjeta de crédito que permitiría actualizar todo tipo de dispositivos inteligentes de manera sencilla. Simplemente: cuando se necesita más recursos (velocidad, memoria, etc.), se cambia la tarjeta.
El dispositivo es un SoC (System on a chip) con memoria RAM, almacenamiento y hasta opciones de conectividad a redes. Se ofrecería con distintas especificaciones, para que “los fabricantes” incluyan el que necesiten para conseguir “el funcionamiento y precio necesario”. Según indica el gran fabricante de procesadores, “esto reduce el tiempo y los recursos necesarios para diseñar” aparatos inteligentes, permitiendo que la innovación sea más rápida.
Lo mejor de todo es que la plataforma se diseñó en asociación con fabricantes tan importantes como Dell, HP, Lenovo y Sharp, algo que podrían aumentar las probabilidades de éxito (dependiendo del compromiso real que ponga cada uno de ellos).
La idea nos parece interesante y necesaria, pero esperamos no termine en la nada, como las fracasadas iniciativas de teléfonos modulares que aparecen de tiempo en tiempo.
