Una de las críticas más grandes y mordaces de la tecnología moderna es el empuje excesivo de la industria para resolver problemas triviales. En ninguna parte es este tema más evidente que entre el mar de gadgets olvidables en el CES, en sí una feria que se deleita en la opulencia de Las Vegas y la promesa a menudo hueco de nuestro futuro techno habilitado. Ocasionalmente, hay un dispositivo que rompe el molde. Leka, un juguete inteligente de un arranque francés del mismo nombre, es un pequeño robot esférico no muy diferente del BB-8 de Star Wars. En lugar de deslumbrarnos con trucos baratos, Leka tiene un propósito: ayudar a los niños con autismo y otras discapacidades del desarrollo a aprender y comunicarse mejor con los demás.
El dispositivo, mostrado ayer en el CES, está dirigido a escuelas y centros de terapia que se centran en el autismo y otras condiciones. Está diseñado para ser controlado por un cuidador o puesto en un estado autónomo para que los niños de cualquier edad – e incluso adultos con discapacidades más severas – pueden superar las barreras sociales para aprender y progresar a su propio ritmo. Debido a que estos niños a menudo tienen problemas para interactuar con otros, tomando las señales sociales, y el aprendizaje en entornos tradicionales, juguetes como Leka ayudar a actuar como un intermediario. En otras palabras, es un amigo robot que un niño con autismo puede desarrollar mejor un vínculo con un adulto imponente.
Leka se enciende con LEDs de colores, toca música y chirridos de manera antropomórfica, y emite vibraciones sutiles. También contiene una pantalla que muestra diversas expresiones faciales y también se puede utilizar para mostrar fotos y videos. Su función principal, sin embargo, es jugar juegos educativos, y Leka se puede personalizar para alterar la cantidad de estimulación y el nivel de interacción para los niños con diferentes necesidades.
Algunos de los juegos son tan simples como pedirle a un niño que identifique correctamente un objeto o un color, mientras que otros se enfocan en instar a los niños a recibir y actuar sobre las señales sociales e interactuar con un adulto que supervisa la sesión. El juguete, a través de la acción repetitiva, está destinado a convertirse en un ancla fiable y seguro para las personas con discapacidad a confiar y aprender a través de.
Ladislas de Toldi, cofundador y CEO de Leka, dice que los juguetes destinados a mejorar el desarrollo cognitivo pueden costar miles de dólares. Por lo que la empresa siente que su precio de alrededor de $ 700 a $ 800 es razonable para los padres que quieren comprar de forma directa y no simplemente confiar en uno de una institución de cuidado.
